La propuesta busca otorgar mayor flexibilidad al mercado laboral chileno, tomando como ejemplo países como Nueva Zelanda.
Se plantean opciones como trabajo remoto, reducción de horas, contrato por horas, y job-sharing.
Además, se sugiere cambiar la concepción de ingreso mínimo mensual a ingreso mínimo por hora y fijar criterios técnicos para su aumento. Se evalúa la opción de disminuir las trabas a la desvinculación de trabajadores menos productivos en empresas públicas y privadas.
Se espera que estas medidas generen más opciones para los trabajadores y mejoren la competitividad y productividad de las empresas chilenas.