La libertad de cada ser humano constituye un principio esencial para lograr el progreso de todos y todas, alcanzando un mundo mejor. En su condición de movimiento de ámbito mundial, en Libres creemos firmemente en que la razón humana es la base del progreso hacia ese mundo mejor.
Cada uno de nosotros es diferente y, por eso, acogemos y cultivamos la diversidad propia de los miembros de nuestro país. La sociedad es la esfera en la que las personas se desarrollan, se reúnen, intercambian ideas y opiniones, aprenden unos de otros y llegan a entenderse, pese a todas las diferencias de intereses. Nuestra propia personalidad se forja en las relaciones sociales. Un conjunto amplio de derechos, libertades y responsabilidades propicia el pluralismo de ideas, creencias y de entornos de procedencia que alimentan la riqueza de la diferencia, sin distinción de género, raza, edad, orientación sexual, credo religioso, discapacidad o cualquier otra condición personal o social. Una sociedad liberal no se basa únicamente en los derechos humanos, sino también en las relaciones humanas.
Nos hemos propuesto proteger los valores que inspiran la República de Chile, los cuales se sostienen en el Estado de derecho y fomentan la generación de oportunidades para todos.
Ninguna sociedad puede ser libre si carece de libertad de expresión, reunión y asociación. Queremos, para ello, instituciones que sean democráticas, rindan cuentas y tengan capacidad de actuación, asegurando la igualdad de derechos y libertades para las personas. En esas condiciones, la creatividad personal puede florecer e impulsar el progreso humano hacia una sociedad mundial pacífica, próspera y abierta.
En términos económicos, sociales y medioambientales, esta sociedad mundial debe ser sostenible, tanto en el presente como en el largo plazo, lo que exige la gestión integrada y sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas.
Nuestro desafío
Desde inicios del siglo XXI, el creciente consenso liberal vigente en el país ha sido objeto de ataques procedentes de diversos horizontes. Una ola de autoritarismos y populismo amenaza con socavar y deshacer los logros alcanzados por nuestro ideario liberal. Estas tendencias antiliberales se nutren a menudo de la falsa idea de que el aumento de la desigualdad impide que el contrato social liberal proporcione oportunidades equitativas a los más desfavorecidos. También se pone en tela de juicio la capacidad y eficacia de las instituciones del Chile actual para afrontar los desafíos del cambio climático, el crecimiento demográfico del planeta y el aumento de las migraciones. Muchas personas se sienten amenazadas por la creciente heterogeneidad que se observa en numerosas sociedades y responden exagerando el apego a lo que consideran la esencia de su identidad e incitando la desconfianza y la hostilidad hacia quienes consideran diferentes. Al mismo tiempo, mucha gente considera que el liberalismo en sus distintas vertientes es sólo una excusa de algunos para ejercer el egoísmo económico y la falta de responsabilidad. Estas tendencias constituyen un problema para el liberalismo, ya que fomentan la creación de normas e instituciones antiliberales y amenazan con dividir al mundo en facciones beligerantes.
Nuestras respuestas
La mejor respuesta a estos desafíos consiste en promover la generación de oportunidades para todos, fortalecer las instituciones liberales y el Estado de derecho, fomentar la educación y la formación cívica, mejorar la atención sanitaria, promover el comercio libre, justo y sostenible y cultivar la responsabilidad fiscal.
Una fortaleza del liberalismo es su intrínseca flexibilidad para adaptarse a los cambios de contexto y poder así enfrentarse a los nuevos problemas a medida que estos van surgiendo. Por lo mismo, es esencial aprovechar el ingenio y la creatividad humana, en lugar de aferrarse solo a la sabiduría tradicional recibida del pasado. Con este ánimo, el principal desafío que afrontamos consiste en lograr que el progreso humano sea lo más dinámico posible, que llegue a ser más equitativo y sostenible, de manera que tanto las generaciones actuales como las futuras puedan aprovechar plenamente sus beneficios.
Promover la igualdad de derechos para todos y defender los derechos humanos en el mundo entero
Todo miembro de nuestras sociedades puede ser autor de su propia vida y debe gozar de los mismos derechos humanos que el resto. Luchamos para que a cada cual se le permita ser quien es, amar a quien quiera y vivir como prefiera, teniendo plenamente en cuenta que esas libertades han de defenderse mientras no infrinjan los derechos de los demás. Creemos profundamente en que los derechos individuales de los miembros de grupos minoritarios de todo tipo deben ocupar un lugar seguro y protegido en nuestra escala de valores y apoyamos en especial a quienes son vulnerables a la discriminación, ya sean miembros de minorías étnicas, personas con discapacidades visibles o invisibles, niños, ancianos y miembros del colectivo LGBT+. Las personas que profesan una religión tradicional, algún otro tipo de creencia espiritual o que son ateas o agnósticas, deben recibir igual protección para practicar sus creencias, siempre y cuando éstas se ejerzan en el marco de las leyes vigentes y del derecho constitucional.
Aunque en el siglo XX se alcanzaron considerables cotas de progreso en relación a la igualdad de género, aún persisten desigualdades en esta esfera, tanto en desmedro de las mujeres como de los hombres. Por ejemplo, la distribución desigual de la propiedad, el cuidado personal de los hijos y la representación política, así como el uso generalizado de la violencia en la pareja y la denegación de los derechos sexuales y reproductivos, son áreas en las que reconocemos tratos diferenciados. En algunas causas estas desigualdades figuran incluso en las leyes, que se fundan en distinciones sexistas en cuanto a la propiedad, el cuerpo, la educación y al ejercicio de la libertad personal. Por consiguiente, lucharemos con ímpetu por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. De esta manera, hacemos nuestras las luchas del Feminismo Liberal, la ampliación de libertades y oportunidades para las mujeres y cualquier diversidad de género sexual, En este sentido, entendemos que el feminismo radical, basado en el colectivismo, que pretende revivir el conservadurismo moral, es un enemigo directo de la libertad de las mujeres.
Por otro lado, un Estado democrático tiene el deber de velar por el ejercicio de la libertad de cada integrante de la sociedad en condiciones seguras y tiene la tarea de oponerse debidamente y dar un trato ejemplar a quienes violen los derechos humanos y restrinjan las libertades de otros. Estas medidas exigen inversiones públicas adecuadas en materia de seguridad.
Cuando otro Estado viole esos derechos humanos, Chile debe acoger a los refugiados que huyan de esas violaciones, tal como quedó consagrado en la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados. Para nosotros, resulta evidente que la responsabilidad de asilo corresponde a la comunidad internacional en su conjunto y Chile debe tener un papel relevante en ella. Esperamos que el resto de naciones solidaricen con nosotros cuando una situación natural o social nos afecte. Al mismo tiempo, nuestro país debe asumir su responsabilidad en lo tocante a ayudar a reconocer y combatir las causas profundas de la migración, ya sean las condiciones económicas, la situación política o los conflictos violentos en otros países.
Fortalecer las instituciones democráticas, el estado de derecho y la sociedad civil
Sólo nuestra democracia liberal puede garantizar la adecuada protección de las personas y de sus libertades. Con una democracia sólida, capaz de defenderse a sí misma, protegeremos activamente nuestros valores liberales y nuestras instituciones de quienes quieren socavarlas y destruirlas. Como forma de gobierno, defendemos la democracia ya que permite que los ciudadanos exijan responsabilidades a quienes ejercen el poder. A su vez, la rendición de cuentas, la separación de poderes, la transparencia y la descentralización de la toma de decisiones, son esenciales para garantizar la participación directa y el control del gobierno por parte de los ciudadanos. Muchas veces hemos padecido por la grave y nefasta incompetencia profesional de quienes ejercen labores de gobierno. Esta mala calidad de la gobernanza suele estar vinculada a la corrupción, que es uno de los elementos más destructivos de la vida comunitaria. Es preciso, entonces que, en todas las esferas del gobierno, desde la local hasta la internacional, redoblemos los esfuerzos con el fin de combatir la corrupción, el fraude y los delitos de las organizaciones criminales, y que mejoremos la calidad de la gobernanza en general.
Las personas libres constituyen la base de toda democracia liberal y un diálogo franco entre los ciudadanos, en el que se atiendan y sopesen todos los argumentos, permite alcanzar soluciones mejores y más duraderas para todos. En una sociedad civil libre y dinámica, la gente puede asociarse en diversos foros e intercambiar ideas, compartir intereses y actividades comunes, formular opiniones, coincidir o discrepar acerca de valores, asuntos espirituales y políticos, con independencia del Estado. El gobierno debería alentar un diálogo dinámico entre los agentes de la sociedad civil y las autoridades pertinentes, con el fin de ampliar la capacidad de integración de la sociedad. Además, los liberales preconizamos la separación entre los cultos organizados y el Estado a fin de evitar la centralización del poder y preservar la diversidad de nuestras comunidades.
Defender la libertad de información, expresión y prensa, así como el derecho a la intimidad
Somos partidarios del acceso irrestricto de todos los ciudadanos a la información y de la libre circulación de ésta, así como de la libertad de expresión sin trabas del Estado y protegida por un marco jurídico que la fomente. Ante el aumento exponencial de la capacidad de recoger y almacenar información gracias a las nuevas tecnologías, estamos resueltos a velar por la creación y adopción de un marco jurídico que garantice la integridad de los datos personales, la intimidad en Internet y la protección frente a la vigilancia. También reconocemos el derecho a resarcimiento cuando los ciudadanos sufren violaciones de su intimidad. Con miras a proporcionar a los medios y al público en general la capacidad de controlar a las autoridades gubernamentales, es esencial garantizar el acceso a la información relativa a los asuntos públicos. En Libres creemos que esas prerrogativas y salvaguardas son pilares fundamentales de toda sociedad.
Fomentar, ampliar y promover la educación
La prestación de servicios educativos de gran calidad, que no dependan de la situación económica del alumno, es la mejor garantía para la generación de oportunidades. Uno de los objetivos principales de Libres es trabajar en pro de la igualdad de acceso al sistema educativo, sin objeción ante la opción de la educación privada. Además, la educación aporta a la adquisición de competencias y en el desarrollo de la capacidad de pensamiento crítico desde la primera infancia y a lo largo de la vida, lo que permite que las personas vivan con dignidad y en situación de prosperidad. Los ciudadanos deben disponer de autonomía y ser capaces de convivir respetuosamente con sus pares, lo que exige una educación que promueva la tolerancia, los derechos humanos y el respeto a las diversas opiniones.
El acceso equitativo a la enseñanza también es necesario para que los niños, adolescentes, adultos y ancianos puedan sacar el máximo provecho a sus capacidades, independientemente de su origen familiar. El propósito consiste en lograr el mayor grado posible de autonomía, integración y competencia para hacer frente a los retos de la digitalización, la mundialización y los avances tecnológicos, así como para establecer relaciones sociales prósperas. Estos fines sólo pueden alcanzarse si los más desfavorecidos, tanto desde el punto de vista económico como el social, reciben apoyo adicional, a fin de que puedan participar activamente en la sociedad y contribuir plenamente a las comunidades en las que viven. Queremos que cada persona, a lo largo de la vida, tenga acceso a una educación integral , cualesquiera sean su raza, nacionalidad, género, edad, orientación sexual, creencias religiosas, discapacidad u otra condición personal o social Lo anterior no se contrapone a la existencia de una oferta diversa de proyectos educativos para que cada quien tenga la libertad de elegir su formación y la de sus hijos.
Mejorar el acceso de enfermos y personas con capacidades diferentes a los servicios de salud
A pesar de los considerables adelantos logrados en cuanto a la esperanza de vida y los indicadores de salud, en muchas regiones de Chile la gente carece de acceso a la atención médica y sanitaria. Este es un azote que debemos combatir por motivos humanitarios en tanto la buena salud es un requisito indispensable para alcanzar un desarrollo integral del ser humano.
Chile se enfrenta también al incremento de los casos de enfermedades mentales, lo que perjudica tanto al individuo como a su entorno cercano. Como tantas otras dolencias físicas y discapacidades, la enfermedad mental tiene repercusiones considerables en términos de costos médicos y pérdida de capacidad laboral.
Los libres asumimos como aspiración esencial y objetivo primordial la tarea de mejorar los niveles de salud y el acceso a la atención sanitaria para todos. Las nuevas tecnologías aplicadas al cuidado de la salud y la telemedicina son herramientas importantes para lograrlo. Pero en estos tiempos de rápidas transformaciones tecnológicas, no debemos olvidar que numerosas personas todavía carecen de accesos básicos tecnológicos para ello.
Asegurar la sostenibilidad del crecimiento económico de Chile
El crecimiento económico sólo resulta beneficioso para todos en la medida en que es sostenible e integrador, elevando el nivel de vida de todos los ciudadanos. El crecimiento no debe lograrse a expensas de las generaciones futuras ni beneficiar únicamente a algunas personas en detrimento de otras.
En Libres creemos que el crecimiento y el progreso económicos deben ser sostenibles en términos medioambientales, económicos y sociales. Esos tres atributos esenciales determinan la calidad del crecimiento. El progreso económico no debe basarse en el deterioro del medio ambiente, como tampoco en el endeudamiento excesivo y el despilfarro gubernamental, la evasión fiscal o la dominación agresiva de un grupo sobre otro.
El cambio climático es la mayor amenaza medioambiental que afronta la humanidad. Sus consecuencias ponen en peligro la libertad y la prosperidad de las generaciones venideras. Por consiguiente, los libres creemos que la riqueza ha de crearse respetando los límites de un planeta de recursos finitos y aplicando el principio de precaución. Es esencial evitar un daño ecológico irreparable como consecuencia del efecto invernadero. Este objetivo exige un marco normativo internacional adecuado que permita la protección y el uso responsable de los bienes comunes de la humanidad.
Asimismo, este partido apoya la creación de marcos normativos que fomenten la responsabilidad fiscal, de modo que el gobierno no tenga que apoyarse en las generaciones futuras para sufragar el costo del crecimiento de hoy y ponga en riesgo nuestra estabilidad mediante un gasto público excesivo basado en el endeudamiento. Junto con ellos, Libres cree que la responsabilidad fiscal es un pilar que asegura el bienestar de la población.
Creemos en la libertad económica y emprendimiento como un mecanismo de intercambio entre las personas a objeto de cumplir sus sueños y anhelos. Apoyamos los marcos jurídicos locales, nacionales, regionales e internacionales que eviten la explotación de unos individuos y grupos por otros y prevengan el surgimiento de monopolios por parte del Estado.
Promover el adelanto tecnológico y combatir los abusos
El crecimiento exponencial del conocimiento humano es la clave de la prosperidad mundial y del desarrollo sostenible. Creemos en el ilimitado potencial creativo del ser humano y consideramos que los gobiernos deben promoverlo asegurando buenas condiciones para que la sociedad civil cree instituciones educativas, para que se desarrollen investigaciones en las universidades sin trabas burocráticas y para garantizar las oportunidades para que los emprendedores y empresarios conviertan inventos en innovaciones, generando nuevos mercados. El cambio estructural que produce la innovación ha de recibir apoyo y ser gestionado por todos los sectores de la sociedad, a fin de reducir las desigualdades en el acceso a la tecnología y crear nuevas oportunidades.
La rápida sucesión de descubrimientos científicos, la digitalización, la biotecnología, el transhumanismo y la inteligencia artificial crearán enormes oportunidades, pero también nuevos desafíos para la humanidad. Sus objetivos primordiales deberían ser la salud humana, el desarrollo y el aumento de la productividad en virtud de un mejor vivir para todos. El gobierno, las empresas y la sociedad civil deberían definir cuáles serían los posibles abusos que podrían cometerse a partir del desarrollo científico y tecnológico para prevenirlos mediante una supervisión transparente.
Apoyar el comercia y la inversión
Como muestra la historia, la circulación de bienes, servicios y capitales a través de las fronteras nacionales contribuye en gran medida a la difusión de la prosperidad. Con un número cada vez mayor de países integrados en la economía mundializada, el comercio libre y justo, así como las inversiones transnacionales, constituyen instrumentos primordiales para mitigar la pobreza y promover la paz. No obstante, por el resurgimiento de las posturas proteccionistas en diversos Estados y regiones, algunos países se ven excluidos de los beneficios que puede aportar la liberalización de la economía mundial. Por consiguiente, es menester defender el mantenimiento y la ampliación de un régimen de comercio nacional abierto y eficaz, que garantice reglas equitativas para Chile y sus aliados. En el pasado, los acuerdos de libre comercio bilaterales o multilaterales de carácter limitado han sido instrumentos eficaces para promover la integración comercial regional y las iniciativas conjuntas en materia de inversiones. Esos acuerdos deben fomentarse siempre que respeten las normas de la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y se mantengan abiertos a nuevos tratados comerciales internacionales, como por ejemplo el TPP11.
La resistencia al proteccionismo económico es un compromiso fundamental de Libres. A largo plazo, es la única manera de mantener una sociedad liberal y abierta. Aunque reconocemos que el sistema de libre mercado no garantiza por sí solo una distribución justa de la riqueza, seguiremos luchando por facilitar el acceso equitativo a los mercados, la propiedad, el capital, la infraestructura, la salud y la educación.
Respaldar la migración en orden
Las sociedades liberales están abiertas a la migración. La libertad de desplazarse dentro del país y fuera de él permite la consecución de la felicidad de las personas. La migración humana es un fenómeno natural y, como demuestra la historia, beneficiosa. Los inmigrantes pueden contribuir a paliar la escasez de mano de obra y a enriquecer la diversidad cultural de la sociedad de acogida. Sin embargo, su éxodo también puede empobrecer a las comunidades que abandonan. Puesto que, probablemente, la migración masiva causada por factores económicos, sociales, políticos o medioambientales aumentará en el futuro, es preciso entender y gestionar mejor esos movimientos de población. Los libres aceptamos la idea de que, en determinados casos, puede ser necesario limitar el volumen y el ritmo de los movimientos demográficos, en función del tamaño y la capacidad de acogida del país receptor. Asimismo, será necesario adecuar los marcos jurídicos y las estructuras de apoyo con el fin de garantizar la correcta integración de migrantes y refugiados, de manera que puedan desarrollar al máximo su potencial y contribuir a enriquecer las sociedades de acogida en concordancia, a su vez, con sus legítimos deseos de acceder a nuevas oportunidades de crecimiento personal.
Fortalecer la paz y la cooperación internacional
Las sociedades globalizadas de hoy están interconectadas, interrelacionadas e integradas mediante la cooperación tecnológica, social y económica. No obstante, vuelven a surgir antiguos conflictos motivados por la posesión de territorios, recursos, formas de gobierno, grupos étnicos, denominaciones religiosas e ideologías. Nuestro partido cree que el mantenimiento o el desarrollo de relaciones pacíficas y respetuosas entre las comunidades, en lugar del uso ilícito y agresivo de la fuerza, sigue siendo la base de todo método civilizado de resolución de conflictos.
Las relaciones entre Chile y el resto de países deben ceñirse al derecho, tal como se ha plasmado en los convenios y tratados internacionales. Es preciso fortalecer los tribunales y los mecanismos de arbitraje internacionales y como, además del ejercicio de la diplomacia puede ser necesario el uso de la fuerza para hacer valer la autoridad de esas instituciones, es esencial que todas las partes acaten los dictámenes que se emitan y adhieran a la fuerza de la ley y no a la ley del más fuerte.
En Libres aspiramos a vivir en un mundo de paz. con el fin de forjar un Estado liberal democrático, mediante la colaboración política, así como a través de la creación de estructuras de cooperación internacional, tales como las Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, los dispositivos de derecho internacional orientados por la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Alianza del Pacifico.
Por otro lado, cuando los grupos sociales están bajo la amenaza del genocidio, o cuando una tiranía ha suprimido de manera permanente los derechos humanos básicos de nuestra población sobre la que impera, los demócratas liberales tenemos el deber de invocar la doctrina de la “obligación de proteger” a cualquier individuo que lo requiera.
Tenemos la firme convicción de que no hay otra vía para alcanzar la paz mundial que la de asegurar la movilidad social para todos los ciudadanos, ya que cuando los distintos sectores de la sociedad se sienten humillados o tratados injustamente,, o cuando su identidad individual o colectiva se encuentra gravemente amenazada, tienden a recurrir a la violencia.
Por un presente y futuro Liberal
Como movimiento, asumimos el desafío de defender las ideas de la libertad en el espacio político y civil, aquellas ideas que tanto progreso nos han dado y que algunos quieren silenciar.
A través de la organización de Libres como un proyecto integral de liberalismo y mediante el diálogo democrático, estamos convencidos de que, apelando a la evidencia, la convicción política y el sentido común de los ciudadanos, aseguraremos un presente y futuro próspero, feliz y en libertad para nuestros compatriotas y para toda la humanidad.