De peces y pescados

Por: Francisco JavGzo

Si somos capaces de entender lo político como una manifestación concreta y tangible de lo metapolítico, no resulta tan difícil entender que lo político correspondería al fenotipo (es decir, la manifestación observable) del genotipo que lo subyace. Este genotipo puede estar conformado por múltiples ideas, corrientes de pensamiento, aprehensiones y prejuicios, y puede ocurrir que dos fenotipos –manifestados como propuestas políticas– se parezcan entre sí a pesar de tener conformaciones disímiles. Por este motivo, no es muy difícil que en una propuesta puedan confluir distintas motivaciones como, por ejemplo, las posturas contrarias a la inmigración: algunas pueden ser por una preocupación de carácter biológico-étnico, o por la competencia laboral con la población nativa, o por las costumbres de las masas migrantes, o por la tendencia política que pudieran representar tales masas. Lo mismo pasa con el aborto: podemos encontrar un apoyo desde el nazismo, el progresismo o el comunismo; cada uno desde su mirada.

La reciente discusión –dentro del marco de la no menos polémica ley de pesca– respecto del trato que se le da a recursos hidrobiológicos ha levantado bastante polvo, generando sorpresa y risas. Jorge Brito, diputado perteneciente al Frente Amplio, propuso modificar cierto punto dentro de la ley:

“Introduzca al artículo cuarto, en la parte final, la letra ‘n)’ en el siguiente sentido: n) Bienestar animal. El estado establecerá los mecanismos necesarios para garantizar el correcto manejo de los recursos hidrobiológicos sintientes en la pesca industrial. En todo momento se deberá respetar el estado físico y mental del animal, por lo que estará estrictamente prohibido generales estrés y dolor innecesario, tratarlos de forma cruel, o prolongar su agonía.”

Fuente: EMOL– https://www.emol.com/noticias/Economia/2024/07/02/1135463/ley-de-pesca-frente-amplio.html

Aquí lo político se muestra como una propuesta devenida de un conjunto de ideas que se fundieron entre sí y dieron origen a lo metapolítico. ¿Y cuál es este trasfondo metapolítico? Fundación Veg, que corresponde a una organización que promueve una alimentación ética, saludable y sostenible, con un enfoque en reducir el sufrimiento de los animales criados para consumo. Dicha ONG está dedicada a la difusión del veganismo, por lo que no es de extrañar que traten de permear distintos círculos de la sociedad con sus ideas e ideales.

El asunto del cuidado en el manejo de organismos marinos para posterior consumo no es nuevo. La FAO viene hace años difundiendo manuales y actividades de buenas prácticas pesqueras, y con esto vemos cómo un genotipo diferente puede dar forma a un fenotipo parecido: aunque ambos se preocupan del manejo de los recursos, sus motivaciones son diferentes, y su propia visión del mundo puede ser diametralmente opuesta.

Mientras que es efectiva la distancia en relación a la percepción del mundo entre la Fundación Veg y la sociedad in abstracto, donde unos son hipersensibles a la vida animal y otros probablemente ni siquiera se han cuestionado respecto a la capacidad mental y emocional de lo que sirvió de materia prima para su almuerzo, es también efectivo el desconocimiento de la sociedad frente a las malas prácticas presentes en el mundo pesquero, las que no están reducidas solamente a la administración deficiente de los recursos y las presiones económicas y sociales (lo que repercute en la sobreexplotación de los recursos pesqueros), sino que también están presentes en prácticas como la extracción de las pinzas de jaiba (donde el animal sin pinzas es devuelto al agua, no pudiendo alimentarse), eliminación de los descartes (animales bajo la talla mínima legal que son devueltos al agua muertos o moribundos), finning (aunque no presente en Chile y ausente en la pesca industrial), pesca con dinamita, pesca con carnada viva, extracción de hembras anidadas, etc.

Todo lo anterior no considera las prácticas aplicadas en la muerte y cocción de animales, aunque en esto Chile es casi admirable en comparación con algunos países asiáticos. Videos bastante gráficos abundan en internet.

Ahora bien, el uso de algunos argumentos poco válidos ante la sociedad termina por reducir el asunto al absurdo e invisibiliza una realidad que pudiera ser mejorable, y regala material para chistes aburridos y de boomers, provocando que ciertas fuerzas políticas queden mejor (o menos mal) paradas en el debate, creando un caldo de cultivo que tiende a perpetuar malas prácticas y las cosmovisiones más mecanicistas y burdamente antropocéntricas.

Avanzar a una actividad pesquera que sea no sólo sostenible sino también consciente y responsable con el medio ambiente y los seres vivientes, lejos de ser una idea utópica, es una dirección en la que debemos ir en algún momento. ¿O acaso aplacar el dolor o el sufrimiento no sería también una señal de progreso? El mundo moderno es uno donde no estamos familiarizados con los procesos productivos: los vemos lejanos, inconexos, y en consecuencia de ello nos desentendemos de los asuntos desagradables. Nos gustan las parrilladas, pero vamos a cazar nuestra carne al supermercado. Por $10.000 el kilogramo de carne de vacuno nos estamos ahorrando el tiempo de criar un animal, alimentarlo, y sobre todo nos ahorramos la experiencia de matarlo. Aquí es el punto donde aparecen los reyes del argumento a señalar la hipocresía de los que se ven beneficiados por la industria cárnica pero que se oponen al maltrato, como si la producción de carne tuviera la obligatoriedad de incurrir en prácticas de maltrato animal. El animal va a morir finalmente; sí, va a morir, pero esa muerte no tiene por qué legitimar las patadas, golpes y otras manifestaciones de crueldad.

Si hay peces que son capaces o no de jugar al fútbol no debería desviarnos la atención de los asuntos que nos conducen al avance y progreso, y debemos ser capaces de entender que esos argumentos deben ser mirados a la distancia, siendo relegados por nosotros al mismo lugar donde residen ideas justificadas en cosas como, por ejemplo, señorear sobre bestias del mar y explotar al planeta porque supuestamente una deidad lo dijo hace seis mil años.

Seres Sintientes

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