Cómo podemos apreciar en la imagen, los votos nulos alcanzaron el 0,8% de la votación equivalente a 70.277 votos, para más detalles, vea DecideChile aquí.
Aunque, es posible, que muchos que tuvieran intención de votar nulo, no fueran a votar simplemente (al final tiene casi el mismo efecto, excepto que no demuestra disconformidad sino indiferencia).
Desde lo que he podido dilucidar, entre quienes votaron nulo hay 2 grandes grupos
- El centro que decidió anular, pues encontraba a ambos candidatos demasiado extremos.
- Aquellos votantes que son tan extremos, que encontraban las opciones disponibles, demasiado tibias.
Del segundo grupo comparto algunos tweets:
Para nuestro análisis, tienen más interés quienes anularon porque se toman muy, en serio, el ser de centro.
Una razón muy importante fue el mal ambiente creado por los activistas de ambos candidatos, quienes no dudaron en insultar, acosar y funar, en todas las plataformas posibles, no solo a sus contrincantes, sino muy especialmente al votante de centro, al cual no le podían conceder esa posición centro, pues equivalía a aceptar que alguien razonable y no un mono de paja, pudiera estar en desacuerdo, con su visión polarizada y fanática.
Uno de los problemas de la polarización extrema, es como señala Pablo Paniagua en su libro sobre el estallido social “Atrofia”, es que no podemos ver a quien está en la otra orilla más allá de la falacia del “mono de paja”, que es una caricatura deshumanizante que presenta al otro bajo la peor luz, o representado por los integrantes más desquiciados de la otra tribú, el punto es que el “mono de paja” no tiene argumentos validos que necesitan ser examinados, evaluados y posiblemente refutados.
Por esta razón, ambos extremos, se esforzaron en empujar al votante de centro a algún polo (aunque fuera el opuesto), porque no se admitían espacios intermedios entre ambas tribús.
Por ejemplo, cualquiera que no tocara el bombo de Kast, con acompañamiento de bandera chilena y pañuelo azul, era básicamente un comunista, alma gemela de Jadue, y que cada noche soñaba con tener a Pol Pot de gobernante.
Entre los arbolitos, abundó el “Litre” militante, con el insulto a flor de piel, obcecado en su visión tribal, e intolerante de cualquier insuficiencia de entusiasmo octubrista, que equivalía automáticamente a una entrega en cuerpo y alma al fascismo. Muchos habrían enorgullecido a Robespierre.
Para el centro, la triada “patria, familia y religión”, no es la fuerza sagrada y arrolladora que es para la extrema derecha. No es que sean nociones que le provoquen hostilidad, más bien una cierta indiferencia. Con la noción que el centro si está de acuerdo es la importancia de preservar la libertad económica, pero no está de acuerdo con visiones paleolibertarias de que es “Dios, Patria, Familia (y Mercado) o comunismo”.
Pésima estrategia para defender la Libertad Económica, exigiendo a cambio entregar otras libertades .
En términos de sensibilidades estéticas la fanaticada de Boric no era tan chocante para el centro, porque es evidente que el centro comparte muchas cosas con ellos, por ejemplo, un apoyo irrestricto a la diversidad sexual, y a la posibilidad de experimentar, deconstruir y crear nuevas identidades, planes y estilos de vida posibles (pura libertad de ser y crecer).
Conversé con varias personas que votaron nulo, y comparten el hecho de que fue una decisión que les atormentó un mes entero, además de sufrir presiones e insultos por dicho mes desde Litres y Patriotas, señalaron que pusieron en la balanza sus historias familiares y personales, sus valores, incluso sus expectativas. Un amigo señaló que contemplaba por un lado la posibilidad de ser “gay y pobre” en un gobierno de Boric o “gay y perseguido” en un gobierno de Kast.
Quienes votaron nulo, también tuvieron dedicación, se informaron y leyeron los programas, y no se sintieron representados por ninguno de los dos candidatos.
Uno de ellos me contaba que “no tenía motivos razonables para votar por ninguno de los candidatos”, pues con ambos “íbamos a estar mal igual” y ninguno de los dos haría “una diferencia positiva para el país” y por eso votó nulo.
En lo económico “con Kast no íbamos a prosperar como país”, y su postura “anti-dialogo” no daba garantías de buen gobierno y que Boric era similar, pues pensaba que también el país se iba a empobrecer durante un gobierno del Frente Amplio.
Si bien, el ángulo más positivo de Boric era su defensa de las libertades individuales, aun así no era suficiente para votar por él, sobretodo porque este énfasis en la libertad se veía ensombrecido por la presencia alarmante del partido comunista en su (entonces) posible gobierno.
Después de las elecciones, el votar nulo lo llevo a sentir tranquilidad espiritual y a sentirse “moralmente apto para ser oposición y criticar al gobierno del presidente electo”.
Beatriz Sotomayor
Secretaria General
Libres