La contienda es desigual: Compa, ¿qué le parece esa morra?

La contienda es desigual: Compa, ¿qué le parece esa morra?

Por: Rodrigo Ojeda

Compa, ¿qué le parece peso pluma y la polémica reciente?

El artista de moda se presentará invicto en el cuadrilátero del festival, viene acompañado de triunfos y de un entrenamiento sustentado en likes, giras, y reconocimientos musicales. Al mismo tiempo lo sigue una gran sombra: la narcocultura, su punto débil al bajar la guardia.

Recientemente desde la opinión pública se levantan alertas: ¿es compatible que la sensación de inseguridad y de impunidad asociado al mundo del narco se festeje en un festival de gran trascendencia? ¿Es prudente que el festival sea una caja de resonancia de letras que se transforman en balas y muertos? Preguntas a modo de contragolpe frente al movedizo cantante urbano.

La presentación de peso pluma se realizará el 1 de marzo de este año. Desde el lenguaje del boxeo es la pelea de fondo, el show estelar en la última noche, hoy  las apuestas se centran en si se presentará o no en el escenario convertido en cuadrilátero de columnas y declaraciones antagónicas. En las preliminares se enfrentarán nuevamente los contendientes eternos: la censura, la discriminación, la libertad de expresión y las contradicciones de siempre.

El punto es el siguiente:

  1. No se trata de censurar ni menos de discriminar por su origen ni estilo, tradicionalmente los artistas urbanos son polémicos y transgresores en sus letras y vestimentas, sumado a que dicen haberse sobrepuesto a cientos de limitaciones sociales y hoy gozar de las ventajas del mercado mediante el acceso a un sinnúmero de lujos que ostentan en sus redes y letras.
  2. Se trata de relevar un aspecto y secuela que es un secreto a voces y una realidad (real) en la sociedad actual, la narcocultura hoy existe transversalmente en reuniones, fiestas y retiros espirituales cubiertos de hipocresía.
  3. La secuela principal de esta “cultura” es que hoy cientos de barrios y de “territorios” han sido tomados y los principales afectados están siendo niños y adolescentes vulnerables que ven en la droga una forma de vida y hasta un “emprendimiento”, y quizás lo más doloroso, una nueva forma de identidad desde la cual dar sentido a la marginalidad material y espiritual en la que se encuentran. Son generaciones que ya se encuentran en un secuestro permanente en el consumo y el tráfico de drogas.
  4. ¿Es posible que una sociedad democrática se resguarde ante un apologista de la narcocultura? ¿Es aceptable que sigamos siendo espectadores del relativismo del todo vale?

Hoy la contienda es desigual e impopular, sabemos que van a perder los mismos de siempre, los sectores vulnerables no sólo en indicadores y mediciones, sino aquellas madres que nos dicen: “ya no sé qué hacer con mi hijo”. No es acaso contradictorio que un municipio que se dice de “cuidados” no considere la arista social de la grave crisis que afecta a los “territorios” al amplificar letras que hoy son tarareadas por cientos de niños.

Autor de la Columna

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