Este artículo aborda la corrupción y la hipocresía en la sociedad chilena, instando a una reflexión sobre estas problemáticas. Se critica la pasividad de quienes presencian actos de corrupción y evasión, así como la indulgencia hacia aquellos que ostentan su riqueza de manera desvergonzada. Se ilustran escenas cotidianas que ejemplifican la impunidad con la que algunos actúan, desde evadir el pago del transporte público hasta eludir responsabilidades fiscales. Se señala la corrupción en distintos ámbitos, desde el público hasta el privado, y se lamenta la falta de acción efectiva para combatirla. La crítica se extiende también a la educación y la ética, destacando la responsabilidad individual y colectiva en la construcción de una sociedad más justa. El artículo concluye con una referencia a la necesidad de recuperar valores como la honestidad y la integridad ciudadana.